30 gener 2007
Pla situará a Alarte en un puesto de la lista en el que sólo sería diputado si el PSPV gobierna
Avisa a los que quieren entrar que si hay fe en la victoria no debe importarles el sitio que ocupen
La comarca de l'Horta Sud es al PSPV lo que durante el quinquenio de la descomposición socialista (1995-2000) fue el PSPV al PSOE: un grano. La célebre frase de un destacado dirigente federal «ya están otra vez los valencianos mareando», podrían haberla suscrito Joan Lerma, Joan Romero y Joan Ignasi Pla en diferentes momentos.Los dos primeros tuvieron que digerir internamente el hueso que suponía una comarca convertida en feudo del ciscarismo. Hoy, Ciprià Ciscar coordina el programa electoral con el que Pla opta a presidir la Generalitat. Y el alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte, que lideró el frente de alcaldes que acabó con la hegemonía ciscarista en esa comarca, se postula como recambio si el secretario general es decapitado por las urnas.
Una paradoja demostración de que la historia reciente del PSPV, en especial desde la catástrofe electoral de 1995, es una rueda interminable de cambios de pareja política. Y una prueba más de que la cultura del enredo en un partido de fuerte tradición democrática, está tan arraigada que cuando no hay conflictos, se hacen ensayos porque hay que mantenerse en forma para cuando los vuelva a haber. El alcalde de Alaquàs quiere ser diputado autonómico para tener altavoz institucional por si se abre un proceso de sucesión y el líder socialista no está dispuesto a regalarle espacio. Lo situará en un lugar muy retrasado en la lista que sólo lo convertirá en diputado si el PSPV gobierna y quienes logran escaño emigran a despachos oficiales. Pla no ha incluido a Alarte en la propuesta oficial de listas. El candidato a la Generalitat utiliza además como argumento coartada su negativa a que nadie compatibilice el cargo de alcalde con el de diputado. Quien mucho abraza poco aprieta, es la máxima de la sede de Blanquerías.
Pero Alarte no se ha quedado cruzado de brazos. El alcalde de Alaquàs ha sido incluido en la relación de posibles candidatos a propuesta de agrupaciones de Valencia, l'Horta, Camp de Túria y hasta La Safor, por voluntad de dirigentes de esas comarcas que tienen acciones sindicadas con Alarte para otras guerras. Es el caso del líder socialista de Valencia, Rafael Rubio, cuyo apoyo al grupo de alcaldes de l'Horta Sud piensa cobrárselo en su carrera hacia la presidencia de la Diputación de Valencia o, si se pierde, la portavocía del grupo socialista.
Dejarlo fuera sería debilidad
A la ejecutiva del líder del PSPV le corresponde ordenar los nombres en la candidatura y elevar la propuesta a la comisión de listas, para, finalmente, ser validada por el comité nacional del 17 de febrero. Haber sido nominado por dirigentes y militantes de varias comarcas no obliga a la ejecutiva a situarlo en la lista, pero en el entorno de Pla consideran que sería un gesto de debilidad apartarlo. El lìder socialista optará por colocarlo en lugares retrasados. Rechazar ese puesto sería como no confiar en la victoria. El mismo razonamiento lo utilizará Pla para quien pretenda ir en la candidatura. Si el mando no tiene fe en el éxito, no es posible contagiar ilusión a los militantes y al pueblo en general. Un argumento envenenado pero difícilmente rebatible. Los primeros puestos serán para los miembros de la ejecutiva que son diputados (Pla, Vicent Sarrià y Antoni Such). A continuación, el resto del grupo. En total 14 diputados entre los cuales sólo se colará el secretario de medio ambiente, Francesc Signes. Enrique Villarreal, también dirigente, estará en lugar de salida. La previsión es subir tres escaños en la circunscripción de Valencia.