
26 de juliol de 2008
trece años de reclamaciones
El juez condena al Ivvsa a reparar los daños de 396 viviendas protegidas en Alaquàs
Un peritaje de los afectados estimaba en 2002 que la reparación ascendía a 4 millones
Laura Sena, Alaquàs
Trece años de reclamaciones administrativas e intensa batalla judicial han sido necesarios para que un juez dé la razón a los vecinos del Passatge 25 d'Abril de Alaquàs. El juzgado de primera instancia número 11 de Valencia ha condenado al Instituto Valenciano de la Vivienda, a la constructora, al arquitecto responsable del proyecto y a los aparejadores que supervisaron las obras a reparar los cientos de deficiencias que tienen estos inmuebles de pisos protegidos y los garajes.
La sentencia agrupa los daños en once tipologías diferentes y determina el procedimiento de reparación que se ha de seguir, dado que, a lo largo del juicio, se han producido algunas discrepancias por parte de la decena de peritos que han participado -de los demandantes, de las partes demandadas y del juzgado-.
En cada caso, está determinado el porcentaje de responsabilidad que ha tenido cada parte y, en los problemas donde ha sido imposible dirimir la culpabilidad, se ha optado por la responsabilidad solidaria.Costear los posibles realojosCon todo, el fallo indica que la reparación se ha de realizar "previa elaboración del preceptivo proyecto técnico, bajo la preceptiva dirección facultativa".
Además, los condenados han de costear "cuantas actuaciones accesorias sean necesarias, tales como el traslado de mobiliario y enseres en los casos en que la envergadura de las obras lo requiera", así como "el realojo en viviendas de condiciones análogas en los casos en que sea preciso tal desalojo".
Los edificios del Passatge 25 d'Abril se construyeron en los años 1995 y 1996. La promoción se compone de cuatro bloques con 396 viviendas protegidas y dos garajes. Desde los primeros meses comenzaron a aparecer deficiencias como inundaciones en los aparcamientos, desprendimientos y abombamientos en la fachada, grandes grietas interiores y exteriores, desprendimiento de azulejos y suelos, corrosión de la grifería y fuertes olores.
El juzgado ha admitido la propuesta de reparación que proponía el perito de los afectados casi en la totalidad. La excepción es la fachada; mientras el informe de los vecinos optaba por desmontarla integralmente y cambiarla, la sentencia determina que consiste en quitar los ladrillos de los puntos afectados y repararlos.
´Por primera vez reconocen lo que hemos sufrido´
L. S., Alaquàs
"La sentencia es bastante positiva porque, por primera vez, un juzgado ha reconocido los daños que tienen estos pisos que llevamos denunciando y sufriendo desde hace más de 10 años". Ésta es la primera valoración que realizaban ayer desde la comisión vecinal designada para controlar el proceso judicial, a falta de estudiar con detenimiento la sentencia porque "es muy técnica".
Con todo, los afectados apuntaban que la discrepancia principal se ha producido en la solución que el juzgado apunta para la fachada, que consideran uno de los principales problemas. "La fórmula que indicaba el perito judicial no estaba lo suficientemente explicaba ni jusficada. Creemos que hubiera sido mejor que hubiera quedado abierto el tema para que se decidiera en el proyecto técnico de reparación", indicaron.
Por ello, la próxima semana se realizarán varias reuniones en las que decidirán si se pide alguna aclaración de sentencia al juzgado "e incluso si recurrimos algún aspecto".
Para apoyar sus tesis, los vecinos aportaron con la demanda un amplio estudio de los edificios que determinó cientos de deficiencias. Además, en 2002, cuando se elaboró, estimaba el coste de una reparación integral en cerca de 4 millones de euros, sin tener en cuenta posibles realojos y nuevas soluciones.