Notícies d'Alaquàs

26 d’octubre 2008

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26 d'octubre de 2008


Los jesuitas blindan su convento de Alaquàs

La Compañía de Jesús alega contra el PGOU que pretende convertir su histórica casa de ejercicios en un instituto de secundaria. Los religiosos rechazan formar parte de un PAI para promover viviendas

Laura Sena, Alaquàs
La Compañía de Jesús no quiere desprenderse de su casa de ejercicios de Alaquàs, un edificio con un siglo de existencia, que ha albergado importantes acontecimientos históricos en la Guerra Civil y en la transición. Y precisamente estos hechos, así como su emplazamiento, son los motivos por los que el ayuntamiento que preside Jorge Alarte, quiere adquirir el popularmente conocido convent de la Purísima.
Para evitarlo, los religiosos han presentado alegaciones contra el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado inicialmente en febrero, que cambia el uso y permite que, en el futuro, la casa sea un equipamiento municipal. Los jesuitas argumentan que quieren mantener su actividad: un centro destinado a labor pastoral, y no están dispuestos a perder la propiedad.
Un portavoz jurídico de la compañía ha explicado que las alegaciones inciden en que la actuación municipal "no es acorde a derecho". El nuevo PGOU modifica el dominio de la casa de ejercicios -de privado a público- y la vincula a un sector urbanístico que se desarrollaría en el polígono industrial -que ha pasado a ser residencial-. De esta forma, dentro del sector, la casa y su jardín serían las aportaciones de suelo dotacional que han de hacer los propietarios. El gobierno local pretende que el recinto sea el instituto de secundaria Ernest Lluch y un centro social.
"Nosotros no queremos participar en ningún PAI ni dedicarnos a construir viviendas porque no es lo nuestro", indica el portavoz de la Compañía de Jesús. En las alegaciones se recoge que "el sector ya tiene suficiente suelo dotacional sin necesidad de la casa" y que "la Conselleria de Educación no quiere inmuebles patrimoniales sino solares, para construir los institutos desde cero". Por ello, los jesuitas piden que el inmueble se mantenga con la misma catalogación que tenía en el PGOU de los años 90. "No vamos ni a ampliarlo ni a modificarlo, queremos mantenerlo como está", añaden.
Un siglo de labor pastoral
La casa de ejercicios se construyó en la primera década del siglo XX por los jesuitas y "casi siempre ha tenido el mismo uso", a excepción de los años de la Guerra Civil. Además, los jesuitas aseguran que "no se trata de un tema económico, de que queramos más o menos dinero" sino de que "no estamos interesados en perder esta casa". La razón es que es la única instalación de ese tipo que tienen en el área de Aragón, a la que pertenece la Comunitat Valenciana.
Del Gobierno de la República a Ernest Lluch
L. S., Alaquàs
Durante casi cien años, la Casa de Ejercicios Espirituales de la Purísima ha sido un lugar de retiro. No obstante, el inmueble fue testigo de primera mano de la Guerra Civil, ya que su uso fue "confiscado" por el Ejército republicano, que se instaló en su interior. También diversas fuentes apuntas a que el gobierno de la República estuvo hospedado en el convento, durante su estancia en Valencia. De ahí que el edificio albergue un refugio de grandes dimensiones en su subsuelo.
Con todo, el capítulo más conocido del convent de la Purísima ocurrió el 24 de junio de 1975. Esa noche, un grupo de activistas políticos de izquierdas que estaban celebrando una reunión clandestina para constituir el Consell del País Valencià, fue detenido por la policía. Entre ellos estaban el ex ministro socialista fallecido, Ernest Lluch, y el socialista Vicent Soler. El grupo fue conocido en la época como los Dèu d'Alaquàs. Años después, algunos de ellos volverían a la casa para rememorar aquel episodio, cuando el municipio les homenajeó.
Promesa electoral de Alarte
Por estas razones, el alcalde Jorge Alarte se ha marcado como objetivo de la legislatura sentar las bases para poder obtener, en el futuro, la casa de ejercicios e instalar allí el instituto de secundaria Ernest Lluch. Ésta fue la promesa estrella de su programa electoral y es una de las claves del futuro PGOU.
Foto de Levante-EMV