Notícies d'Alaquàs

19 de gener 2009

ENTREVISTA A PACO PONS

17 gener 2009

"Nuestro empresario es a veces muy cómodo; tiene un problema de espíritu"

Aunque la madera y el mueble también sufren la crisis -facturarán un 40% y un 25% menos en 2008-, la patronal apuesta por un cambio de mentalidad que permita ganar fuera lo que se pierde en España

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Francisco Pons posa en la sevillana Plaza Nueva tras la entrevista.

Francisco Pons (Alaquàs, Valencia, 1951) lleva 12 años al frente de la patronal de la madera. Debe ser de las pocas personas que en este brutal contexto de recesión no transmite pesimismo. Habla de España pero también de Andalucía, comunidad a la que asigna protagonismo y proyección en un sector que, cómo no, se resiente. Pons intenta tranquilizar, por cierto, a las conciencias más ecologistas: la masa forestal crece desde hace 70 años pese a que la industria engulle un 2,5% de bosque cada año.

-Cae la construcción. Menos casas implican menos muebles, menos puertas, menos suelos.

-La madera, las ventanas, los suelos han sufrido una bajada de ventas superior al 50%, pero es el momento más álgido de la puerta por las reformas de los pisos. Si se compra menos, se tiende a remodelar lo que ya se tiene. Respecto al mueble, los precios se han mantenido y el consumo ha crecido por lo que se importa de China, Alemania e Italia.

-¿Puede adelantar la radiografía de 2008?

-La facturación ha caído un 25% en el subsector del mueble y otro 40% en el de la madera. La exportación se ha mantenido y la importación ha bajado.

-Gigantes de la construcción como ACS o FCC intentan compensar en el exterior lo que pierden en España. ¿Se han planteado aplicar una táctica similar?

-Nuestro reto es la internacionalización. No hemos crecido en los últimos años, y eso es lo mismo que decrecer. Nuestros productos pueden ser competitivos, somos el núcleo de fabricación de puertas más grande de Europa gracias a Villacañas (Toledo), pero la industria española tiene que adecuarse a las exigencias de los mercados. Un ejemplo es India, que demanda puertas a España porque hay 200 millones de oriundos que consumen como los europeos, hablan inglés y toman el té a las cinco. Pero, claro, has de adecuarte a tamaños de ancho y alto, a los herrajes de allí, y nuestro empresario es a veces excesivamente cómodo. También hay un problema estructural: con empresas tan pequeñas como las que tenemos [12.465 de las 36.781 registradas no tienen asalariados] a veces los retos son más difíciles. A pesar de todo, en Italia hay empresas tan pequeñas como las españolas que exportan hasta el 80% de su producción.

-Problemas de mentalidad...

-Exacto. Es un problema de espíritu, de visión, de riesgo.

-El caso andaluz es curioso porque aglutina junto a Cataluña la mayoría de empresas y sin embargo ocupa sólo el cuarto puesto en volumen de negocio [un 9,1%] y el quinto en exportaciones.

-Cierto, pero es la comunidad que mejor está capeando la crisis. En Lucena (Córdoba) hay un grupo de gente que en los últimos tres años ha sabido romper ese esquema de mueble indefinido y apostar por el diseño. Yo le pregunto a los recuperadores de madera y a los fabricantes de barnices y me dicen que Andalucía crece. ¿Qué ocurre? Que es una industria muy reciente aún y debe asentarse y crear esa voluntad exportadora. Para mí hay dos núcleos fundamentales: Andalucía y Cataluña. Valencia está decreciendo y perdiendo un valor que tenía y que era la industria auxiliar.

-Entonces estos chicos del sur van a más. Cambiarán la estadística.

-El reto andaluz será intensificar el diseño, no obsesionarse con aquello del mueble de Andalucía y apostar más por el mueble de España. No podemos marear a los mercados internacionales con el producto gallego, el andaluz o el catalán.

-Comenta el problema del tamaño, así que la pregunta es obvia. ¿Hay fusiones en marcha?

-Es vital conseguirlas, pero necesitamos arrancarle al Gobierno algunas singularidades fiscales. Nuestra empresa ideal está en torno a los 25 millones anuales de facturación. La negociación con la Administración pasa por que los catálogos y prototipos desgraven un 10% como I+D... Los industriales del mueble se gastan mucho en catálogos.

-¿Van a imitar a los bancos solicitando una línea específica de ayudas a La Moncloa?

-Antes de que finalice el mes firmaremos con los ministerios de Industria y Trabajo un plan de apoyo al sector con medidas sociolaborales (ayudas frente a los EREs, jubilaciones anticipadas) que son complejas de aplicar porque nuestro colectivo emplea a 312.000 trabajadores. También insistiremos en la modernización. Los almacenes de muebles deben convertirse en escaparates. Hay poquísimas tiendas que cada 15 días reorganicen sus vitrinas. Y debemos entrar en las nuevas tecnologías para que el cliente pueda ver desde internet cómo quedaría ese mueble que le gusta en una determinada habitación.